Artesanos: El Alma de Andina Concept

Trabajamos mano a mano con dos talleres artesanales ubicados en el corazón de los Andes peruanos. Sin intermediarios, valoramos y respetamos el trabajo directo de estas maestras tejedoras, quienes con su dedicación y talento preservan las técnicas tradicionales que dan vida a nuestras creaciones únicas.

“Con cada puntada, intento honrar a quienes me enseñaron el arte de crear belleza con las manos.”

· DOÑA ELENA, PROPIETARIA DEL TALLER ·

Durante uno de mis viajes a Cuzco, conocí a Doña Elena, una tejedora de 76 años, en el pequeño pueblo de Chinchero. Doña Elena era una maestra en el arte del telar de cintura, una técnica ancestral que ha pasado de generación en generación en su familia.

Al entrar a su taller, un espacio simple pero lleno de historia, quedé fascinada por la precisión y dedicación que Doña Elena ponía en cada hilo. Durante horas, Doña Elena me explicó cómo las mujeres del pueblo usan tintes naturales como la cochinilla y la raíz de nogal, registrando los secretos que sus abuelas le enseñaron.

Para mi, trabajar con Doña Elena no solo significó descubrir una técnica nueva, sino entender que cada pieza creada lleva la esencia de generaciones enteras. Inspirada por el compromiso de Doña Elena y su familia con sus raíces, es por eso que en Andina decidimos trabajar junto a ella y su comunidad para compartir estos tesoros textiles, manteniendo viva su tradición y mostrando al mundo el orgullo y la historia detrás de cada diseño.

“Cada pieza es única, tardamos casi un mes en elaborar un telar.”

· MARIA, HIJA DE DOÑA ELENA ·

En las alturas de Cusco, los cojines artesanales nacen del trabajo a mano y la conexión con la naturaleza. La lana proviene de sus ovejas, llamas y alpacas que pastan libremente, y se tiñe con colores obtenidos de flores, plantas, hierbas, raíces y minerales de la región.

Cada telar da vida a entre cinco y seis cojines, tejidos con paciencia y dedicación. Los diseños y colores reflejan los paisajes andinos y la tradición de las comunidades.

Al adquirir uno de estos cojines, te llevas mucho más que un objeto: te llevas un pedazo de historia y la dedicación de manos que tejen con amor y orgullo.

“Los colores naturales son regalos de la Pachamama, solo tenemos que aprender a usarlos con gratitud.”

· HERMELINDA, PROPIETARIOS DEL TALLER ·

La familia Huamán de Urubamba tiene una pasión especial: tejer para preservar su cultura.

Kim llegó a su taller en Julio y fue recibida con una calidez que solo las familias peruanas pueden ofrecer. Hermelinda y sus hijos, Juan y Lucía, trabajan juntos en un pequeño taller, creando piezas inspiradas en los antiguos iconos incas y en las montañas que los rodean.

Con paciencia, Hermelinda le mostró a Kim el significado de cada símbolo, desde la "chakana" hasta el "inti", el sol.

Para Kim, esta experiencia fue un recordatorio de la importancia de crear piezas que representen algo más que belleza. Inspirada por la pasión de la familia Huamán, Kim decidió trabajar con ellos para desarrollar una colección Andes , esta colección combina su estilo con las tradiciones incas, esta colaboración es más que una creación; es un tributo a las voces de la sierra y una celebración del alma andina.